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jueves, 13 de agosto de 2009

*** LA OTRA MIRADA: Mujeres que trabajan en los medios(Parte I)***

Para analizar esta cuestión me valdré de un resumen realizado por Trinidad Nuñez Dominguez y Felicidad Loscertales de un Proyecto denominado Andalucía en e-Igualdad (2003-2004) en el que han participado tanto entidades públicas como privadas, todas ellas bajo la supervisión y el apoyo de la Consejería de Empleo y Desarrollo Tecnológico de la Junta de Andalucía, con la coordinación general de Araceli Estebaranz (Universidad de Sevilla) y Mª Angeles Sallé (Fundación Directa). Cabe subrayar que dichas entidades comparten un horizonte común: ayudar en la construcción de una verdadera igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres; ayudar en el trazado de un camino sólido que permita alcanzar una sociedad plural real (no sólo legal) donde se respete la diversidad también en el ámbito laboral.
De este modo se tratarán de responder preguntas como las siguientes: ¿Cómo se desenvuelve la mujer directiva andaluza en el ámbito público y en el privado? ¿Logra un equilibrio entre ambos? ¿Qué formas de liderazgo pone en marcha? ¿Están cambiando los roles de hombres y mujeres en sus ámbitos vitales?; y además determinar “quiénes son, cómo se sienten, y cómo se perciben las mujeres que trabajan” en estos puestos de trabajo, así como profundizar en cuáles son las barreras (si es que las hay) que les impiden poder llegar a tener un puesto de dirección en esas empresas y, por consiguiente, las que provocan desigualdad laboral respecto a los hombres.
La metodología utilizada en el estudio ha sido mixta. Por un lado, han utilizado un estudio cuantitativo para el que se utilizó un cuestionario para “una muestra representativa de directivos y directivas de grandes y medianas empresas con sede fiscal en Andalucía” y, por otro, uno cualitativo en el que emplearon la entrevista en profundidad a 19 personas:
El punto de partida entre los hombres y las mujeres que trabajan en los medios de comunicación ya muestra la situación de desigualdad. A pesar de que se licencian más mujeres en las diferentes facultades de de Ciencias de la Información del territorio español, el poder en las empresas de comunicación está, fundamentalmente, en manos de los hombres.
Un ejemplo: en 2003 se estudian 129 diarios de todas las CC.AA. y se pude concluir que la responsabilidad y la capacidad de decisión de las mujeres llega sólo al 14% ( y se llega a ese porcentaje porque se incluyó el poder de cuarto nivel: Jefatura de Sección). Si analizamos los puestos de responsabilidad en la prensa escrita de nuestra Comunidad, los datos son muy similares: 14,6% de mujeres frente al 85,3% de hombres. En Canal Sur TV, el porcentaje de personas en puestos de decisión ( Dirección Secretaría General, Dirección de Comunicación, Dirección Comercial, Dirección Economica-financiera, Dirección Técnica, Dirección de Antena, Dirección de Informativos, Jefatura de Audiencia...) es de 88% hombres y 12% de mujeres.
Estos ejemplos que mencionamos son muy claros. Sin embargo se deben tener en cuenta otros donde los datos que se barajan son más sutiles y por ello nos dan la pista de que el techo de cristal existe en los medios de comunicación. Concretamente en RNE, podemos apreciar que el porcentaje de responsables de los diferentes programas está relativamente equilibrado en cuestión de género o por lo menos no existen unas diferencias dramáticas ( 59% de hombres frente al 41% de mujeres en puestos de responsabilidad). Ahora bien, si vamos más allá nos encontramos con que ese equilibrio es un poco tramposo porque las mujeres básicamente están en programas culturales (denominado blandos) mientras que los hombres lo están de programas socio-políticos (denominados duros). Pero las mujeres que se presentan en este estudio cualitativo, sí han roto el techo de cristal, están en puestos de responsabilidad y afrontan de manera asertiva la conciliación de sus vidas: personal, familiar, laboral y social.
Rompiendo barreras para superar el techo de cristal y el techo de cemento
Como sabemos, fue durante la década de los ochenta cuando se acuña el término "techo de cristal" por sociólogas anglosajonas. Es una alusión metafórica a las barreras transparentes que impiden a muchas mujeres, con sobrada capacidad personal y profesional, alcanzar posiciones de responsabilidad y decisión en los entornos directivos y promocionarse dentro de ellos. A pesar de no existir una legislación discriminatoria ni una carencia formativa, las mujeres no logran el poder. Pero esas barreras dificultan no sólo el desarrollo profesional de las mujeres, sino que perjudican también a las organizaciones porque impiden el aprovechamineto máximo del potencial laboral que ellos ofrecen.
Citando a Shein y Müller, existen algunas explicaciones que intentan justificar el mantenimiento de ese techo de crital. Entre otras, se considera que las personas responsables de la selección de personal en las empresas tienden a asegurarse con aquello que hasta ahora conocen y les ha ido bien: elegir a hombres. Elegir a una mujer para un puesto directivo supone un mayor riesgo subjetivo por existir escasos referentes. Los estereotipos prejuiciosos sobre la capacidad de liderazgo de las mujeres o su falta de ambición han sido determinantes barreras para su promoción (Nuñez et al, 2007). Junto al concepto antes mencionado aparece el concepto "techo de cemento" para ombrar esas normas autoimpuestas por las propias mujeres que la hacen rechazar la promoción a puestos directivos, por entenderlos como más rígidos y exigentes.
Son muchas investigadoras latinomaericanas y europeas que demuestran que el estado civil, la edad y la situación reproductiva se constituyen en un elemento de relevancia para las trayectorias profesionales de las mujeres. Se llega a observar una alta proporción de solteras y divorciadas entre las que desempeñan cargos directivos y, a la vez, un bajo número de mujeres que son madres, mientras que en los hombres estos datos no están relacionados (Arango, 1998; Delfino, 2005). [...]
Se entiende que el techo de cemento es un "efecto secundario" de uno de los estereotipos prejuiciosos que recaen sobre las mujeres y que logramos delimitar en otro trabajo: las mujeres pueden salir al mundo público (tener un trabajo remunerado) siempre que no abandonen el mundo privado, que es el suyo, el que les corresponde naturalmente (Loscertales y Nuñez, 2002). Esta creencia, en muchos casos asumida y trabada en el inconsciente del colectivo femenino, es realmente perjudicial para su salud laboral y personal (Nuñez y Loscertales, 2005). Algunas mujeres, como forma de auto-protegerese, renuncian al ascenso, a tener poder ejecutivo. Y esto no es por miedo o por incompetencia sino por exceso de responsabilidad; de celo: quieren hacer muy bien su trabajo dentro y fuera (el reproductivo y el productivo) y al pensar que puede ser complicado, se decide renunciar a las aspiraciones laborales. Chinchilla, en una entrevista concedida a El País (22 de Mayo de 2007) es muy explícita cuando dice: " Las empresas van a pagar ese techo de cemento que se ponen las mujeres y ahora también algunos hombres jóvenes que no quieren tener esos horarios porque, al final, sólo conseguiran directivo que son máquinas de trabajar y que no ven al empleado sino como una máquina de trabajar: ¿Qué obtienen?: gente desmotivada."
Así mismo, vemos como los estereotipos son creencias compartidas que un grupo tiene sobre otro grupo. Los estereotipos tienen dos efectos directos: uno en el grupo de estereotipadores y otro en el grupo de los estereotipados. A su vez, el grupo de estereotipados (en el caso citado: las mujeres) oueden darse dos efectos:
1. ACOMODACIÓN: de esta manera las personas terminan por comportarse tal y como se espera de ellas. Son las expectativas de autocumplimiento.
2. LUCHA: intentar demostrar que el estereotipo es érroneo.
Ambos efectos son nefastos para la salud social del grupo estereotipado. En el primer caso, y refiriéndonos a las mujeres, éstas terminarían por identificarse con lo que se espera de ellas. Si lo que se les pide es que sean buenas profesionales y buenas madres, intentarán exigirse al máximo, no descansar con tal de conseguirlo (superwoman), pudiéndose sentir muy culpables si no lo logran. En el segundo caso, nombremos como ejemplo aquellas mujeres que por demostrar que pueden ser tan buenas líderes como los hombres, terminan renunciando a ser feministas, comportándose con un estilo masculinizado de dirección.
En una ocasión la política Amparo Rubiales señalaba que "el poder ha sido cosa de hombres". Estas palabras pueden unirse a otra tesis: "las mujeres seguimos respondiendo de manera refleja a muchos siglos de reprobación y censura sobre lo que sentimos o sabemos". Ambas ideas contribuyen fuertemente a mantener ( y, tal vez, a perpetuar) una elevada autoexigencia personal y profesional. De tal manera que la severidad con que la sociedad juzga las acciones profesionales y familiares de las mujeres la hemos nuestra, la hemos internalizado y nos lleva a actuar pidiéndonos siempre más y viviendo con culpa los posibles errores. Por otro lado, estos contundentes planteamientos llevan a reflexionar sobre la importancia que adquiere el que las mujeres puedan estar presentes en puestos donde se toman decisiones de envergadura, perdiendo el miendo al éxito. Porque la mujer, en ocasiones, parece que también lo "vive" como una transgresión a la norma puesto que lo "normal" es que sea el hombre el que aspire al éxito profesional ( Coria, 1996).
Mujeres directivas
Según los comentarios de 75 directivas que recoge la profesora García León (1995) fruto de una investigación sobre el empresariado español, las empresas creen que la mujer es: débil, superficial, no tiene deseos de ascender, no es capaz de tomar decisiones. Por otro lado, respecto a las mujeres empresarias hay que decir que se debaten entre una especie de esquizofrenia social porque se espera de ellas que sean muy femeninas ejerciendo su profesión (que vayan bien vestidas y que tengan muy buena imagen física) y muy masculinas ejerciendo el poder ( que sean frías, duras, calculadoras y que cuenten con todo el tiempo del mundo para reuniones importantes).
En la Unión Europea, como reconoce el sociólogo Verdú (2002), a pesar de que las madres siguen pasando, al menos, el doble de tiempo que los padres con sus hijos, se está revisando el sentido del trabajo y de la dedicación a la familia tanto por parte de hombres como de mujeres, en la convincción de que "las cosas no deben ir así". Verdú muestra su idea de que la sociedad se está feminizando y que ello conduce a una desvalorización del éxito y del dinero (ambos en relación con el trabajo). Por otro lado, adquiere una alta consideración el equilibrio entre la vida privada y la pública y la importancia del cultivo de las aficiones.
Las mujeres del estudio tien muy claro que la socialización y la educación desde la perspectiva de género son pilares fundamentales para una mejor sociedad. Y nunca se olvidan de mantener un espíritu crítico. Como dice Heredia et al (2002): " es necesario coeducar a la sociedad desde las aulas, desde los medios de comunicación y desde el propio contexto familiar para poder escoger y desarrollar en libertad la propia identidad individual."
No debemos obviar que a las propias empresas les interesa (incluso aunque sea por puro mercantilismo) contar con todo el potencial de las personas, sean hombre o mujeres. Llopis (2007), fundadora del Open Banck, del Grupo Santander y Consejera de dicho Grupo desde 1993 a 2000, apoyada en diferentes estudios, reconoce que la mujer "positiviza" la economía de los países y los resultados de las empresas. Por ese motivo, identificar y cuantificar la brecha de género en el acceso y la promoción puede servir para ofrecer argumentos que mejoren significativamente el potencial económico, político y social de un país. Pensar sobre estas cuestiones puede seguir animando a la clase política y ayudarla a fortalecer la idea de empoderamineto de las mujeres en cuanto a una verdadera igualdad de género.

:::La mujer y los medios de comunicación :::

Resulta lamentable que la prensa, los medios visuales, audiovisuales y electrónicos no ofrezcan una imagen equiponderada de la diversidad en la vida de la mujer y de la contribución de ésta a la sociedad. La imagen social proyectada hacia la mujer se ve resumida a estereotipos como la mujer madre-esposa-educadora, la top-model, la super-woman, la mujer creada, la maruja, la mujer liberada, la dama de hierro, la mujer fatal, la Teresa de Calcuta…Esto junto con los materiales pornográficos y violentos que presentan los medios de comunicación provocan la degradación de la mujer y afectan negativamente su participación en la sociedad.

Estamos viendo como la revolución en marcha en las comunicaciones mundiales y la introducción de nuevas tecnologías de la información hacen que en estos momentos los medios de comunicación puedan (aunque todavía no lo consigan) aportar una contribución histórica al adelanto de la mujer.

Tomaremos como fecha clave 1995 con la Cuarta Conferencia mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing, en donde fue aprobada la Plataforma de Acción que denuncia una esfera de especial preocupación la constante proyección de imágenes negativas y degradantes de la mujer, así como su desigualdad en el acceso a la tecnología en la información. La Conferencia pidió que se potenciara el papel de la mujer mejorando sus conocimientos teóricos y prácticos y su acceso a la tecnología de la información, lo que aumentaría su capacidad de luchar contra las imágenes negativas que de ella se ofrecen. La Conferencia destacó la necesidad de que las mujeres intervinieran en la adopción de decisiones que afectaran al desarrollo de las nuevas tecnologías, a fin de participar plenamente en su expansión y en el control de su influencia.

En 1996, durante su 40º período de sesiones, la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas abundó en las recomendaciones formuladas en la Plataforma de Acción de Beijing sobre la cuestión de la mujer y los medios de comunicación y propuso a los Estados, a la comunidad internacional y a la sociedad civil que adoptaran nuevas medidas a este respecto e incluso que se incorporara una perspectiva de género en todas las políticas y programas pertinentes.

Entre las conclusiones convenidas de ese período de sesiones figuraron medidas para sensibilizar acerca de la función de los medios de comunicación en la promoción de imágenes no estereotipadas de la mujer y el hombre y crear un entorno propicio para los medios de comunicación de la mujer.


Más intervención de la mujer en la adopción de decisiones

Así pues, desde la celebración de la Conferencia de Beijing la mujer ha estado ocupando cargos de adopción de decisiones de alto nivel en las organizaciones de los medios de comunicación de diversos países. La mujer también se matricula cada vez más en las carreras de periodista, corresponsal y locutoras de radio y televisión.

En la República Islámica del Irán, una mujer fue nombrada asesora presidencial a cargo de los asuntos de prensa.

En la British Broadcasting Corporation (BBC) del Reino Unido, el número de mujeres en puestos ejecutivos superiores aumentó de 19% a 29% entre 1995 y 1998. El objetivo de la BBC era lograr que las mujeres ocuparan un 30% de los puestos ejecutivos superiores y el 40% de los puestos administrativos de nivel superior y medio para el año 2000.

En Seychelles, las mujeres constituyen actualmente la mayoría del personal periodístico y de producción de la empresa nacional de radio y televisión y ocupan muchos puestos de alto nivel.

En Italia, tres mujeres ocupan puestos en la junta de directores de los servicios de la radio y televisión públicas.

En Burkina Faso, se ha nombrado a mujeres directoras del servicio nacional de televisión y de la organización privada de radio.

En Trinidad y Tabago, se ha nombrado a una mujer Presidenta de uno de los tres periódicos.

Entre 1987 y 1997, el porcentaje de mujeres periodistas en Hungría aumentó de 10% a 33%. Dos de los periódicos nacionales cuentan actualmente con jefas de redacción.


Los medios de comunicación de la mujer

El hecho más frecuente, y tal vez más importante, que señalan los gobiernos es el surgimiento de columnas y programas dedicados a cuestiones que interesan a la mujer, así como la creación de publicaciones y estaciones de radio y televisión para la mujer. Estos nuevos resquicios en los medios de comunicación han contribuido a aumentar la participación y la representación positiva de la mujer en estos medios.

En las Islas Vírgenes Británicas, uno de los tres semanarios ha creado una columna para la mujer, se ha creado un canal de televisión para la mujer y los programas de radio proporcionan valiosa información sobre la salud de la mujer y sobre cuestiones jurídicas y de otra índole que le atañen.

En China había más de 80 revistas para la mujer en 1997 y 7 de las 32 estaciones de televisión presentaban programas para la mujer en 1998. El programa "La mitad del cielo", producido por la Televisión Central china, ejerce su influencia al transmitir temas de especial interés para la mujer.

En el Yemen, dos periódicos se dedican exclusivamente a cuestiones relacionadas con la mujer. Los jefes de redacción de ambos periódicos son mujeres. Además, las cuatro revistas trimestrales dirigidas a la mujer tienen directoras.

Dos de los periódicos municipales de Vanuatu publican columnas dedicadas a cuestiones de interés para la mujer. El país también cuenta con dos programas radiales y un periódico mensual dedicados a temas que interesan a la mujer y a la violencia contra la mujer.

Internet

Por otro lado, en los países donde hay acceso a las computadoras aumenta el número de mujeres que tienen acceso a esta tecnología y a Internet. Se calcula que entre 1995 y 1998 el número de comunicaciones establecidas por mujeres en directo aumentó de 8,1 millones a 30,1 millones en todo el mundo y se espera que en el año 2000 alcance 43,3 millones. La creación del correo electrónico ha permitido a las mujeres difundir información rápidamente y a menos costo, por lo que han podido establecer contactos, organizarse y movilizarse con más eficacia.

La Gender in Africa Information Network (GAIN) ofrece un espacio de contacto para intercambiar noticias e información y compartir actividades en toda África sobre cuestiones de justicia relacionadas con el género.

Asian Womens Resource Exchange es un servicio de información y centro de contacto para la mujer basado en Internet que procura establecer métodos y asociaciones de cooperación para aumentar el acceso a las nuevas tecnologías de manera de potenciar el papel de la mujer.

AVIVA, una "revista en la Web" administrada por un grupo internacional de mujeres con sede en Londres, hace las veces de centro de enlace con la Web para grupos y servicios de interés para la mujer a nivel mundial.

En marzo de 1997 se inauguró WomenWatch, la puerta de acceso de las Naciones Unidas a Internet en relación con el adelanto de la mujer y la potenciación de su papel. En 1999, el sitio celebró reuniones de grupos de trabajo en línea sobre todas las esferas de especial preocupación enumeradas en la Plataforma de Acción de Beijing centradas en las prácticas óptimas y las experiencias ganadas. Los resultados de los grupos de trabajo se integrarán en el examen quinquenal del documento de Beijing. WomenWatch promedia más de 10.000 visitas mensuales.


Tratando de eliminar las imágenes estereotipadas

De este modo, los informes de los gobiernos indican que en la mayoría de las regiones se ha producido un aumento de la información sobre cuestiones y problemas que interesan a la mujer que transmiten los medios de comunicación y que se han adoptado medidas para promover una imagen más equiponderada y no estereotipada de la mujer en los medios de comunicación. También se han realizado esfuerzos para dar más formación a los profesionales de los medios de comunicación en cuestiones relacionadas con el género.

Nigeria ha patrocinado la producción y transmisión de cancioncillas publicitarias en inglés y hausa para promover imágenes positivas de la mujer, haciendo hincapié especial en las mujeres que han triunfado en profesiones en las que tradicionalmente han predominado los hombres.

Womens Media Watch (WMW) de Jamaica ha trabajado con los periodistas para cambiar la manera en que se presenta a la mujer en los medios de comunicación e influir en las políticas y las leyes relativas a la radio y la televisión.

En los Países Bajos se terminará este año la preparación de una "Guía para la creación de una imagen de gran efecto", que contiene consejos de "creadores de imagen" profesionales sobre cómo descubrir y destruir las imágenes estereotipadas en relación con el género. La empresa nacional de radio y televisión ha emprendido un proyecto experimental de cinco años de duración para encontrar la manera práctica de generar imágenes más amplias y variadas tanto de la mujer como del hombre.

En Brunei Darussalam se destacan en una columna especial del periódico estatal y en un programa semanal de la televisión los logros y las actividades de las mujeres.

En Dinamarca se han producido programas de radio sobre las doce esferas de especial preocupación de la Plataforma de Acción de Beijing que se transmitirán en Asia, África y América Latina.

Austria, Letonia, Nigeria y Swazilandia figuran entre los países que han celebrado seminarios de mentalización sobre cuestiones relacionadas con el género dirigidos a los periodistas.