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sábado, 5 de septiembre de 2009

...PARA TERMINAR...

Me ha parecido pertinente, antes de cerrar el tema por completo, hacer público parte de este texto proveniente de un estudio realizado en la Facultad de Comunicación en la Universidad de Sevilla por el Grupo de Investigación en Comunicación y Cultura:

"En las sociendades avanzadas, en las llamadas sociedades de informacion o del conocimiento, la violencia simbólica y la legitimación del poder masculino, arraigada en la ideologia sexual, deriva cada vez menos del sistema de división del trabajo ante las nuevas formas de definición social de las creencias, valores y normas compartidas que divulgan los medios de difusión, omnipresentes y más que determinantes en la vida cotidiana. La mediación social ejercida por la comunicación pública moderna es hoy, de hecho, uno de los principales factores que influyen en la socialización de ideologías de género, al orientar las formas concretas de entender y valorar el mundo, propiciando el marco de interpretación y el sentido común con el que representar los acontecimientos y fenómenos de la vida social. Las definiciones de lo masculino y lo femenino, las asignaciones de roles, normas y conductas individuales entre hombres y mujeres son paulatinamente centralizadas por los medios informativos, siendo el discurso publicitario el paradigma dominante en la construcción arquetípica de la masculinidad y feminidad de nuestro tiempo.[...]

Desde su origen, la moderna cultura de masas ha representado a la mujer como un ser sometido, por su supuesta natural predisposición y "tendencia" a asimilar, culturalmente, los patrones de discriminación sexual patriarcales. La retórica sexista de la industria del espectáculo, con la implantación de la nueva norma de consumo de masas, validará de este modo, simbólicamente, la estructura social del patriarcado como sistema de referencia en las representaciones difundidas por la estructura de la información. Y hoy, cuando la representación doméstica de la mujer y la cultura del consumo iguala los roles sociales entre géneros, ésta evita plantear las desigualdades reales y manifiestas en la esfera de la producción. Pues es consustancial a la lógica cultural de la industria mediática prover una forma de representación basada en la coherencia y funcionaledad del sistema económico.

[...]En efecto, el problema de los estudios de mujeres y comunicación es un problema de mirada. Desde hace décadas, el movimiento feminista ha entendido perfectamentela situación, como antes desde otros parámetros, la teoría crítica supo ver que el "pensamiento negativo" era la respuesta adecuada al reconocimiento de la potencia creativa de otra concepción posible del universo social.

Por suerte, las instituciones públicas estan asumiendo esta reivindicación histórica del movimiento de emancipación de la mujer y tratan hoy de arrojar luz, de orientar la mirada del espectador, alertando sobre las situaciones de enunciación que reproducen las asimetrías y formas dominantes de explotación y marginación de la mujer. Es el caso de instancias como el Observatorio Andaluz de la Publicidad no Sexista y del Instituto Andaluz de la Mujer, cuyo trabajo esta sirviendo para "desnaturalizar" lo evidente aunque no sufiecientemete explícito en las relaciones y representaciones entre géneros.[...]Pues, si bien el rol de las mujeres ha evolucionado considerablemete de forma positiva, las representaciones masculinas y femeninas del universo social difundidas por los medios no han sido replanteadas del mismo modo.

Las mujeres no sólo no se ven representadas convenientemente en el discurso informativo, sino que además padecen una insuficiente concienciación profesional entre publicistas, realizadores audiovisuales, periodistas y directivos de los medios de comunicación sobre los problemas que afectan a las desigualdades históricas que relegan a la mujer a un segundo o tercer plano en el espacio público.

En el prolífico y activo sector empresarial de las nuevas tecnologías y autopistas de la información es precisamente donde mayores desigualdades se observan entre hombres y mujeres. Más allá de la brecha digital, el uso creativo de las nuevas tecnologías ha revertido los procesos de cambio e incorporación, en igualdad de condiciones, de la mujer al mercado de trabajo sin que por el momento políticas públicas hayan logrado revertir o frenar nuevas derivas de la precariedad. Por ello, el ciberfeminismo ha identificado, en consecuencia, este frente como un ámbito de lucha y reivindicación estratégico. Colectivos como Mujeres en Red constatan que el ciberespacio puede abrir caminos de solidaridad para articular las voces silenciadas en el modelo dominate de mediación, si se articulan estrategias y proyectos de intervención social liderados por mujeres, tal y como demuestran las redes electrónicas feministas que se trenzan en Internet.[...]"
...FIN???

jueves, 13 de agosto de 2009

::: Legislación de publicidad :::


Veamos ahora qué recoge la legislación relacionada con publicidad, mujer y salud al respecto. Algunos ejemplos: La Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad, en su artículo 3º define como publicidad ilícita «la que atente contra la dignidad de la persona y derechos reconocidos en la Constitución especialmente en lo que se refiere a la infancia, la juventud y la mujer». En su artículo 8, permite regular la publicidad de los productos, bienes, actividades y servicios susceptibles de generar riesgos para la salud o seguridad de las personas y concretamente «la forma y condiciones de difusión de los mensajes publicitarios»

La Ley 25/1994, de 12 de julio, sobre Ejercicio de las Actividades de Radiodifusión Televisiva, declara «ilícita, en todo caso, la publicidad por televisión que fomente comportamientos perjudiciales para la salud o la seguridad de las personas» (Artículo 9.1)

La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad, ordena que las Administraciones públicas, en el ámbito de sus competencias, realicen «un control de la publicidad y propaganda comerciales
para que se ajusten a criterios de veracidad en lo que atañe a la salud y para limitar todo aquello que puede constituir un perjuicio para la misma» (Artículo 27). Así mismo prevé la inspección y control de la promoción y publicidad de los centros y establecimientos sanitarios (Artículo 30.1) y encomienda «a la Administración sanitaria del Estado valorar la seguridad, eficacia y eficiencia de las tecnologías relevantes para la salud y la asistencia sanitaria» (Artículo 110).

El artículo 8 de la Ley 4/1980, de 10 de enero, de Estatuto de la Radio y Te l evisión, en su apartado 1. j) atri bu ye inequívocamente al Consejo de Administración del Ente público el «dictar normas reguladoras respecto a la emisión de publicidad por RTVE, atendidos el control de calidad de la misma, el contenido de los mensajes publ i c i t a rios y la adecuación del tiempo de publicidad a la programación y a las necesidades de los medios».

En la resolución de 17 de abril de 1990, de la dirección general de medios de comunicación social, por la que se hacen publicas las normas de admisión de publicidad, aprobadas por el consejo de administración del ente publico radio-televisión española, queda claro en su artículo 3 que «Los anunciantes deberán desvelar inequívocamente el carácter publicitario de sus anuncios. No incurrirán en ninguno de los supuestos de publicidad ilícita previstos en el título II de la Ley General de Publicidad;y respetarán especialmente el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.»

En la ley 25/1994, de 12 de julio, por la que se incorpora al ordenamiento jurídico español la directiva 89/552/CEE, sobre la coordinación de disposiciones legales, reglamentarias y administrativas de los estados miembros relativas al ejercicio de actividades de radiodifusión televisiva se considera publicidad ilícita «además de lo que resulta de lo dispuesto en el artículo 3
de la Ley 34/1988, de 11 de noviembre, General de Publicidad, es ilícita, en todo caso, la publicidad por televisión que fomente comportamientos perjudiciales para la salud o la seguridad de las personas o para la protección del medio ambiente; atente al debido respeto a la dignidad humana o a las convicciones religiosas y políticas; o discrimine por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión, o cualquier otra circunstancia personal o social.Igualmente, será ilícita la publicidad que incite a la violencia o a comportamientos antisociales, que apele al miedo o a la superstición o que pueda fomentar abusos, imprudencias, negligencias o conductas agr e s i va s. Tendrá la misma consideración la publicidad que incite a la crueldad o al maltrato a personas o animales o a la destrucción de bienes culturales o naturales. (Artículo 9)

Conforme al artículo 18.1 de la Constitución, los Derechos al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen tienen el rango de fundamentales, y hasta tal punto aparecen realzados en el texto constitucional que el artículo 20.4, dispone que el respeto de tales derechos constituya un límite al ejercicio de las Libertades de Expresión que el propio precepto reconoce
y protege con el mismo carácter de fundamentales.

La ley orgánica 1/1982 de 5 de mayo de protección civil del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen en su artículo Primero dispone que «el Derecho Fundamental al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen, garantizado en el artículo 18 de la Constitución, será protegido civilmente frente a todo género de intromisiones ilegítimas, de acuerdo con lo establecido en la presente Ley Orgánica. El Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y Familiar y a la Propia Imagen es irrenunciabl e, inalienable e imprescriptible. »

Como puede comprobarse en estos ejemplos, legislación que trate favorablemente a la mujer no falta en torno a este tema, otra cosa es que se cumpla. El caso es que, pese a la abundancia de leyes, la publicidad no mejora.
Victoria Camps (1998) apunta dos razones por las que la legislación es insuficiente: La primera es debida a la ambigüedad de la propia ley. Es realmente difícil y complejo poder indicar criterios objetivables respecto a formas de vida retrógradas o sobre si perjudica o no a la imagen de la persona. «Conceptos como dignidad, autoestima, intimidad, no es que sean conceptos vacíos, pero son conceptos cuyo contenido lo van dando, precisamente, las ideas que marcan avances sociales, la jurisprudencia que va concretando la aplicación de los principios legales.» (Camps, 1998: 124)

La segunda razón que apunta la autora es que la ley sirve de poco, si no existe, al mismo tiempo, voluntad de autocontrol. «La defensa de la dignidad de la mujer es algo relativamente reciente. Las mentalidades y los mensajes sociales son subsidiarios todavía -incluso en mujeres feministas y avanzadas- de estereotipos que impiden tomar conciencia de la degradación de ciertas imágenes de la mujer.» (Camps, 1998: 126)



Fuente: Acciones e investigaciones sociales, Departamento de Psicologia y Sociología, Universidad de Zaragoza

::: Espejismos de sociedad :::


Imagino ser niña y ver y vivir la comunicación de masas.
Imagino ser anciana y ver y vivir la comunicación de masas.
Imagino ser “x” y ver y vivir la comunicación de masas.

Imagino.

¿Cuánto nos influyen los medios?

La publicidad, por ejemplo, ha de dirigirse a alguien; un mensaje enviado a un receptor. Bien, ese receptor ha de ser estudiado por los publicistas, ha de conocerlo y, por tanto, de esta manera “crear o reproducir” grupos o individuos con los que sentirse identificado o a los que idealizar para así aumentar las ansias de obtener el producto/servicio ofrecido.

En este proceso, vemos pues como se plantea una aporía: ¿la aparición de estereotipos y arquetipos sociales se crean a partir de las sociedades y los medios los reproducen o son las sociedades las que reproducen los estereotipos y arquetipos creados por los medios?

Parece ser más bien algo mutuo, un espejo en donde no se sabe qué lado es el que refleja y cuál es el reflejado.

Una cosa sí parece cierta: lo que ya existe -->se reproduce, a veces --> se exagera, y otras, simplemente, --> se crea.

¿Hasta dónde influye en la sociedad, en la cultura, en la forma de vida?

Estamos expuestos desde la infancia de manera constante a miles de mensajes persuasivos con grandes mundos simbólicos y emocionales detrás, y no solo por la publicidad, me refiero también al resto de las formas de comunicación de masas (prensa, cine, Internet, las mismas series semanales de televisión por ejemplo…), en el sentido de que incluso lo más objetivo siempre llevará consigo la subjetividad del autor del mensaje.

Con esto, llega un momento, o mejor dicho, llega el momento en el que estamos ahora, donde, desde un punto de vista un tanto exagerado tal vez, pero no por ello menos valido: no sabemos distinguir entre el mundo real y el mundo de los medios. Por ejemplo, utilizando de nuevo la publicidad, vemos como con ella se crean unas necesidades a un público determinado para ser satisfechas con la compra del bien o servicio que propongan, de hecho, la definición según Rossieter y Percy (1997) de publicidad es: “ forma indirecta de persuasión, basada en reclamos informativos o emocionales sobre los beneficios de un producto, diseñados para crear una impresión mental favorable que desplace la mente hacia la compra”.

¿Qué quiero decir con esto? Pues creo que los receptores en muchas ocasiones idealizan lo que nos venden (en el caso de la publicidad) o muestran (en el caso del cine o Internet) los medios con mensajes o historias en donde aparecen personajes estereotipados, reales o no, y de este modo crean o refuerzan un mundo con determinado valores y principios al que quieren llegar, y en donde la meta se convierte en un horizonte “posible-imposible”, valga la paradoja, posible para unos pocos e imposible para muchos, enganchándote a ellos mismos (pues es lo q buscan: vender o tener público según el medio) para continuar en el ciclo del consumo, la competencia y la perfección físico-social, por conceptuarlo de alguna manera. En este sentido, y con referencia al tema a tratar en este blog, vemos como se ha explotado por ejemplo el estereotipo de la mujer objeto en los medios con "el uso atractivo de la sexualidad femenina en la prensa, el culto femenino en las revistas de mujeres, la representación de las mujeres en publicidad, la construcción racial de las mujeres africanas o asiáticas, la violencia sexual en el cine, la afición femenina a la música popular o mediática, el poder masculino sobre la pornografía o la proliferación de chats en Internet con mujeres conectadas".

Evidentemente NO todo el mundo es así, ni todos los medios se dedican a persuadir o crear imágenes ideales en personajes o situaciones, con todo lo que eso conlleva. Existen, y cada vez parece que en mayor cantidad, programas, películas, anuncios, webs, magazines, revistas…que se dedican a concienciar, a INFORMAR sin DEFORMAR, o dar por lo menos otros puntos de vista diferentes a los marcados ya fuertemente por nuestro sistema, por nuestra cultura o forma de vida en donde el uso indiscriminado de estereotipos, el consumo y el exceso se ofrecen de manera habitual, algo con lo que crecemos y pasamos el día a día, normalizándose ciertas ideas e idealizándose otras que se persiguen para así obtener una satisfacción personal semejante a la felicidad. Casi, aunque de una manera tal vez exagerada diría: anulamos tu “yo” para que seas “nosotros” que como ves, somos “requetefelices”.

Esto es, crecer en un sistema “dentro-fuera”, como personalmente y sin mas rodeos lo denomino, en el que se pueden tener diferentes actitudes:

- Dentro-dentro: totalmente involucrado/a*, gira y hace girar por decirlo de alguna manera.
- Dentro-fuera: no tan influido por los medios, pero le gusta estar enterado. A veces espectador, otras protagonista.
- Fuera: le gustaría estar dentro, pero por el motivo que sea (económico, social…) no lo está, es un “marginado social”.
- Fuera-fuera: busca estar fuera, aunque a su vez, debido a la condición humana social, probablemente se agrupará con otros individuos semejantes.

Como he dicho anteriormente, NO TODO ES ASÍ, pero como decía también al principio, es evidente que existen estereotipos, algunos positivos y otros negativos, y los medios, no se si los crean o no, pero desde luego en muchas ocasiones los enfatizan, los agudizan y solo quien tenga capacidad de crítica podrá responder ante ello; si no, simplemente la corriente le llevará, para bien o para mal, junto con demás factores externos fuera a parte de los medios, por supuesto, pero: ahí estarán, día tras día, creando corriente…y yo te pregunto: ¿sabes nadar? ¿Llegarás como lo hace el agua dulce empujado hasta la mar?.


Texto: Leonarda Da vinci